Hay veces en que siento ganas de hablarte,
mas tu traición me deja destrozado
hay días en que siento que lloraré por ti
ypor tus palabras,
un reverendo idiota por creer que pensabas distinto
más intento ser fuerte para resistir
te haré extrañarme tanto que sentirás mi sufrimiento silencioso
en cada una de las gotas de tusangre
hay días en las que no tolero tu presencia
deseando que de verdad desaparecieras
maldiciendo el haberte conocido,
dejándome caer en el infierno que abrí
quemándome con mis malsanos pensamientos
un demonio cubierto con una sábana de inocencia
esperando revelar su monstruosa figura
el peor de sus pecados fue abrirle su corazón
su castigo el vivir atormentado por los recuerdos
Una roca pequeña, va y viene entre corrientes de agua, gira y gira hasta ser atrapada por una ostra hambrienta, la cual ha estado extendiendo su rosada lengua en busca de lo que sea que le aumente la vida. Atrapada en esa prisión van pasando las horas, ella espera que se abra la salida para continuar el camino a su sueño: conocer el mundo humano. Ruega y llora a la ostra en espera de que se apiade y le dé la llave ansiada, la ostra por querer demostrar su dureza, solo se burla de ella, le deja caer su viscoso y nacarado venenorobándole fuerzas, doblegando poco a poco su voluntad, día tras día una dosis le cae encima a la roca, manipulada por las falsas promesas de la ostra, sus esperanzas por salir se van perdiendo.
Sin comunicación alguna del exterior, ignora que la ostra es arrastrada por una red junto con muchas otras, por un montón de pescadores quienes se han adentrado en un mar lleno de niebla en busca de alimento para sus hambrientas familias que han sido tocadas por la furia de los dioses con lluvias feroces y destructivas.
Uno de ellos, el más pobre pero bondadoso, ha reclamado solo unas cuantas ostras para sí. No necesita más puesto que vive en total soledad, solo acompañado por los tesoros encontrados en las orillas de la playa. Abre su ostra en una húmeda mesa hecha de trozos de barcos, y encuentra a la roca que ha crecido hasta ser del tamaño de una cereza. Sus ojos contemplan la belleza que posee,despierta de su letargo al encontrarse libre, lo primero que ve es que a costa de la vida de la ostra, su sueño de conocer el mundo humano se cumplió.
El hombre la lleva de la mesa a otro cuarto donde reposan pequeñas montañas de hielo que no se derriten,cuelgan de un clavo oxidado; en medio de ellas un vacío, lleva su mano la roca lo escucha recibiendo otro nombre, élno le llama roca,le llama perla. La coloca cual reina entre las montañas, satisfecho por completar su creaciónel hombre dice felizmente: vendiendo esto al fin podré tener lo que deseo; el dinero para tener mi barco yla vida de bucanero que antes lleve navegando los mares sin nada que me atara. La vida de una perla comienza en el centro de una ostra y termina en manos de un humano.
La cocina, una dimensión donde al entrar tienes que poner en alerta todos tus sentidos, siempre con una mezcla de olores ácidos, dulces, suaves y fuertes. Desde hace un rato tenía en mi mente las ganas de cocinar algo, más no definía el qué. Di vueltas mentales hasta decidirme por un plato de frutas; lo más sencillo de preparar, lo que no requiere más que saber usar un cuchillo, si acaso un tenedor.
Revisando todo el refrigerador encontré fresas, manzanas, duraznos y naranjas. Minutos después ya con todas las frutas completamente limpias, procedí a sacar el cuchillo del cajón; comencé por los duraznos cortándolos en rebanadas de tamaño medio el cuchillo se deslizaba suavemente por él, como si apenas lo tocará, es curioso que ese mismo instrumento de cocina pueda cortar una manzana que es aún más dura, en ese momento ya no se desliza con suavidad, ahí se transforma; hay que aplicarle más fuerza para traspasarla de arriba hacia abajo.
Un cuchillo te cuenta en cada acción como puede tener diferentes caras, la delicada donde el filo apenas se siente por lo suave que se desliza, y la fuerte donde sientes como te atraviesa cortando todo y dejando huellas en donde pasa; en esos momentos ya no tengo forma humana, me convierto en el cuchillo de cocina creando una ensalada de frutas.
Día normal, habíamos estado de visita con la familia con motivos de los grandes festejos patrios,
Recopilare algunos eventos del viernes; nos levantamos temprano, el viaje era con motivo de que la familia quería que la visitáramos ya que es normal que estemos ausentes por largo tiempo, viajar cada fin de semana es imposible para nosotros.La espera y el camino fueron largos nos topamos con la marcha de la escuela local, himnos, desfile, el sol comenzaba a iluminarnos, prueba de que el tiempo corría, un segundo desfile nos hizo caminar bastantes calles en el centro de la ciudad para llegar a la terminal y comprar los boletos rumbo a nuestro destino.
La carretera vieja, siempre me ha gustado, la sensación de pasar por en medio de arcos formados de grandes árboles viejos, y llenos de vitalidad me hace sentir bien, como si el tiempo se detuviera, y regresáramos a donde la civilización es poca, donde no hay maldad humana. A mitad del camino un tercer desfile iba en mitad de los carriles, nos bajaron con la justificación de que no podíamos pasar, y nos cambiaron de unidad, señoras molestas de ello interrumpían mi paz, si pagaron por el viaje y aunque cambiáramos de unidad no les cobraban de mas ni les pedían otra cosa más que abordar el autobús para seguir el camino, horas después llegamos, he de confesar que el trabajo me había estado matando hasta dejarme completamente cansado, días sin poder dormir, muchos problemas, lo que aqueja de manera natural a los investigadores. En fin, una breve comida y me excuse de la mesa para tomar una pequeña siesta, la mayor parte de la tarde transcurrió así, hasta la cena donde nuevamente comimos de manera abundante producto de todo lo cocinado para la ocasión, el viernes fue un día normal de los pocos que tengo.
Sábado por la mañana;
El equipo y yo nos despertamos regular, ni muy tarde ni muy temprano, planeábamos lo que haríamos durante el día, todos los demás se encontraban fuera, nos llamaron pidiendo que ayudáramos a preparar el almuerzo, la salida antes planeada no era muy urgente así que entre cocina y comida, después el paseo, el tiempo paso, nuevamente me di a la tarea de tomar una segunda siesta y reunirme con todos a la hora de la cena, después de algunas risas y bromas nos retiramos, al día siguiente viajaríamos de regreso a la base principal.
Durante la noche la cama que me fue cedida se movía por lo que pregunte si no se debía a algún sismo que estuviera ocurriendo en el lugar, al confirmar lo contrario, notamos que solo a mí me ocurría poniendo en alerta al equipo, la más alerta de ella dejo un amuleto bendecido bajo la almohada, a partir de ahí los temblores disminuyeron intensidad mas no cesaron durante la noche, no hemos podido explicarnos las razones de porque solo se manifestó en mi lugar, pero continuare buscando hasta estar satisfecho.
Comienza en una terminal, sentados esperando que el nombre salga por los altavoces acompañado de la voz que siempre está corriendo como si el tiempo no pudiera esperarla, las sílabas se pierden unas con otras y cambian de idiomas.
Ocupando el asiento de la orilla un joven sostiene un libro de hojas desgastadas, no parece percibir lo que ocurre a su alrededor, está perdido en otra dimensión. Dos filas más atrás esta un chico, su mirada parece triste y lágrimas amenazan con salir de sus ojos, de reojo el joven con el libro le observa, debatiendo entre continuar su lectura o acercarse a él.
Unos leves sollozos llegan hasta sus oídos, el chico no ha podido contenerse y llora cubriendo con sus manos su rostro como si temiera que alguien le vea llorar. Los demás pasajeros que están alrededor fingen no ver nada, hablan por teléfono, hablan unos con otros, unos pocos señalan al chico y dicen: debería darle vergüenza el estar llorando de esa manera.
El joven pone un papel señalando la página en la que se ha quedado y cierra su libro, camina entre las filas hasta llegar al chico, se sienta ocupando el asiento vacío a su lado y le ofrece un pañuelo con un leve toque en su hombro. El chico lo toma y limpia sus lágrimas, a continuación se lo devuelve y le dice: muchas gracias, mi nombre es Yun, y ¿el tuyo?- mi nombre es Seii, mucho gusto en conocerte. Si no es mucha molestia ¿por qué llorabas? No tienes por qué contarle a un completo desconocido, pero quizá te haga bien desahogarte.
El chico se tomó unos momentos para calmarse y contarle su historia…
Días atrás me he peleado con un amigo al que aprecio mucho, ese día el conoció a una chica y estuvo platicando con ella durante muchas horas, y se olvidó de que habíamos quedado en realizar un trabajo que necesitábamos terminar para clases y era urgente. Nunca llegó, lo espere hasta que cerraron la biblioteca, yo estuve trabajando hasta muy tarde para poder completarlo y en el proceso me descuide; durante días trabajaba hasta muy altas horas. En clase se sentó a mi lado y me dijo: termine el trabajo por mi cuenta, olvide avisarte que no iría a la biblioteca porque me distraje, y he hecho equipo con esa chica de cabello corto que está en la banca, espero no te moleste.
En ese momento explote, mi memoria trajo al presente esos días que pase trabajando sin descanso. Juro que ella perdura, porque ella sale y entra como una bala loca, me sigue donde voy y me sirve como un hada, cuando menos lo esperas te puede mostrar momentos malos y momentos buenos.
El joven le escucha hasta el final, mirando por el gran cristal frente a ellos observa una bola de fuego que se acerca, las alarmas comienzan a sonar y policías aparecen mientras dicen: vayan a las salidas más cercanas, hemos recibido un reporte de un avión en llamas que se acerca y puede explotar en cualquier momento, necesitamos ponerlos a salvo. Ambos se levantan siguiendo a los policías hacia una salida, el celular del chico suena, lo saca mientras avanza, lo lee en voz alta para el joven, es un mensaje de texto de mi amigo: “Yun, si estás leyendo esto es porque he tenido suerte y mi mensaje se ha enviado, lamento haberte hecho trabajar de esa manera en el proyecto de hace unos días, te mentí, no olvide ir a la biblioteca, se cuánto habías estado trabajando sin descanso para demostrarle al profesor que habías aprendido en el curso cuando parecía que lo reprobarías. Más esta chica había encontrado un par de notas tuyas en el salón, reconocí tu letra al instante, llevaba copiado todo eso y lo tomo como suyo, pensaba acusarte de copiar su trabajo para no reprobar. No lo recordaras tal vez, pero esa chica fue la que robo mi trabajo anterior a este presentándolo igual como suyo, el profesor no le dijo nada en esa ocasión; para evitar que te hiciera lo mismo intente convencerla de que no pusiera tu parte en su trabajo, y tuve que hacer equipo con ella a cambio. Si logro salir ileso de este avión que es una bomba de tiempo, te llevare a esa exposición que tanto esperas de arte; no compensara todo lo mal que te hice sentir, pero volver a ver esa sonrisa feliz y contagiosa en mi amigo”
Al terminar de leerlo el chico no dijo más, debió confiar un poco más en su amigo; ahora corría para esperar que estuviera bien dejando atrás al joven, quien en su rostro reflejaba algo parecido a una sonrisa; antes de desaparecer miro en dirección al avión y susurro: “nadie morirá hoy, podrás verlo de nuevo”.
“Un lobo no es razonable” un lobo no es capaz de estar solo y aislado, viaja en manadas y busca un compañero que sea su estabilidad, de entre la manada elige a sus compañeros basándose en el instinto y en la fortaleza de su corazón.
Cuando termina de elegirlos, se acerca a ellos, al principio cauteloso, distante, quizá frio como el invierno, busca un terreno común con ellos, con aullidos, juegos; se arriesga a encontrar sus pilares.
Para un lobo el pilar es lo que sostiene su existencia, sin uno de ellos va cayendo en un espiral de soledad y desesperación, no son animales que socialicen mucho, por sus cualidades llegan a parecer inalcanzables.
Un lobo es necio por naturaleza, no le gusta ceder cuando algo se le viene a la cabeza, más un líder debe hacerlo, siempre el lobo Alfa es el que debe ser más maduro que los demás, ser el ejemplo perfecto, es una de las tantas razones por las que la compañía es parte esencial de su vida, siempre rodeado de muchos pero a la vez solo. Un lobo casi adulto puede tener momentos infantiles cuando siente que le falta algo en su vida, parece inmaduro pero es una forma de defenderse de ataques.
Puede pasar mucho tiempo y el lobo lo sabe, el tiempo es lo único que puede traerle a esos pilares que le detienen constantemente, si en el proceso por cuidarlos el lobo sale herido, no le da tanta importancia, para él primero son los demás. Siempre llega al extremo de descuidarse a sí mismo hasta que no puede más y se derrumba, es ahí cuando se apoya en sus pilares, no se rinde y lucha con todo hasta las últimas consecuencias…
UN LOBO NO DESTRUYE, TRANSFORMA
UN LOBO NO DA SOMBRA NI OBSCURIDAD, LAS COMBINA
UN LOBO ES NECIO, PERO SABE CUANDO CEDER
UN LOBO AMA, AÚN SI EL SENTIMIENTO NO ES DEVUELTO
UN LOBO ATACA CUANDO DEBE HACERLO
UN LOBO ANTEPONE LAS NECESIDADES DE SU MANADA ANTES QUE LAS SUYAS
UN LOBO NO TRAICIONA, ES LEAL INCLUSO SI LO HIEREN
UN LOBO NO OLVIDA, SOLO ENCIERRA LOS RECUERDOS
UN LOBO NO SE DETIENE, SIGUE SU CAMINO
UN LOBO SIEMPRE ESTA A TU LADO SIN IMPORTAR EL TIEMPO QUE PASE
UN LOBO, TE PROTEGE A LO LEJOS…
UN LOBO VALORA TODO LO QUE LA VIDA LE TRAE…
UN LOBO ES CONFIANZA PURA…
PORQUE UN LOBO ES ASÍ, NO SIEMPRE SE LE PUEDE DEFINIR…SERA MISTERIOSO HASTA EL FINAL, Y SERÁ LA SOMBRA MÁS FIEL…UN LOBO NO TIENE RAZONES, SOLO ES EL MISMO…PUEDES CAMBIAR SU ENTORNO, PERO NO PODRÁS CAMBIARLO A ÉL…
Originaria de Cuernavaca. Fue educadora, profesora de primaria, inspectora, directora de educación preescolar, poetisa, escritora, política, una calle de Cuernavaca lleva su nombre,
En 1932, ingresó al Servicio del Magisterio del Estado como maestra de Educación Primaria, y ese mismo año, obtuvo el nombramiento de Educadora del Estado de Morelos.
El amor hacia sus semejantes la llevó a especializarse en el ramo de la educación preescolar, la que con mucho tino trajo al Estado de Morelos. Uno de los actos que hablan de su bonhomía, fue cuando se enteró de la existencia de unos niños que quedaron huérfanos, a quienes adoptó de inmediato. De igual forma les dio cobijo a varios de sus sobrinos, protegiéndolos durante toda su vida. Además de haber tenido dos hijos, se hizo responsable de siete más que trató como propios, al grado de que mucha gente ignora quién es hijo, adoptado o protegido. La mayoría son maestros de escuela. Entre todos sumaron nueve. Y así, sin distingos, hijos, sobrinos, niños adoptivos y protegidos, hicieron de la casa de la maestra Celia Muñoz un verdadero hogar.
Hija del general del Ejército Libertador del Sur don Francisco Muñoz y de la profesora doña Virginia Escobar, Celia Muñoz, nació el 1º de febrero de 1911.
Mujer carismática, bragada y de un gran carácter, creció en los aciagos años de la Revolución Mexicana y su recia personalidad se impuso en todos los actos de su vida; su casa siempre estaba llena de visitas, algunas de las cuales se quedaban a vivir durante 5 o 6 años.
Contaba el gobernador Felipe Rivera Crespo que en una ocasión llegó la maestra a su oficina con una pareja a la que les querían quitar su casa y antes de plantearle el problema, doña Celia, delante de todos, se quitó el fondo que, le dijeron, se asomaba de la falda, ante las carcajadas de don Felipe y de las personas presentes. Cursó el bachillerato de Educación y Trabajo Social en la UNAM. En 1939, se recibió en la misma universidad como Educadora en Extensión Universitaria. El gobernador la nombra inspectora de jardines de niños del Estado de Morelos.
Hace la preparatoria en el Instituto de la Educación Superior de la Ciudad de Cuernavaca (hoy UAEM), obteniendo en 1944 el título de bachiller. En junio de 1946, se recibió de Maestra Normalista de primaria en la UNAM, y en 1951 funda la Escuela Normal de Educadoras. En 1958, implantó la Técnica de la Literatura Infantil en el Auditorio Nacional a las educadoras del país en los cursos de actualización, mientras que al año siguiente funda la Universidad femenina de Cuernavaca, convirtiéndose en su primera directora. En 1968 resultó electa diputada local por el 4o. distrito del Estado de Morelos y desde su trabajo legislativo fijó una postura independiente frente a los demás poderes. La nombran directora interina de la Escuela Normal para Maestros, y en 1975 se titula de Licenciada en Derecho. Trabajó durante 28 años en la UAEM, donde se le nombró Maestra Emérita y Catedrática. Escribió libros, folletos de historia, un poemario titulado “Cantarito” y poemas sueltos que publicaba en diversos periódicos y revistas de la localidad. Obtiene el premio: La Flor Natural con el poema “Mujer”, primer premio con el poema: “La Feria de Tlaltenango”, medalla de oro y diploma por su colaboración poética en los Juegos Florales. El nombre de la maestra Celia Muñoz Escobar es altamente reconocido entre la población, como la impulsora de la educación preescolar en Cuernavaca y en el resto del Estado. La “dire Celia”, como le decían sus alumnos, dejó de existir el 24 de enero de 1976, pero sigue viviendo entre quienes la recordamos como la mujer que entregó su vida al servicio de sus semejantes, al de la enseñanza en general y en especial al de la niñez de Cuernavaca.
Entre sus mejores poemas se encuentra el siguiente: