27 de julio de 2011

Sueños de lobo

Un lobo duerme, es muy tarde y solo el sonido de la lluvia y truenos interrumpen el silencio.  A su lado se encuentra otro lobo que se remueve inquieto, parece estar enfermo, tiembla de manera continua y se remueve, sudor cubre su pelaje; en otra parte de la cueva una loba y su cachorro duermen ajenos al entorno que les rodea.
Una gotera en la cueva lo distrae, ha hecho su guardia como corresponde; cierra lentamente sus ojos  cafés y se pierde en lo que los humanos llaman sueños.


Él está en una cueva con su padre, quien actualmente vive en un lugar lejano, una manada diferente donde es el líder. No sabe bien que ocurre, tiene manos, pies, forma humana, con ropa que sustituye a su pelaje pero respeta el color, es completamente gris. La cueva gira, se transforma en una habitación, un comedor quizá, ha visto algo similar cuando pasan junto a campamentos humanos. Están sentando mirando fijamente una pantalla; (¿Cómo sabe nombres de cosas humanas?)Números aparecen en ella en gran cantidad, el los lee y su padre escribe en papeles. Una mujer desconocida se les acerca, se ha inclinado hacia su padre y susurrado algo que sus oídos no captan, da vuelta y se va.
El cachorrillo de loba se acerca, no es un él, es ella, el padre le dice hija. (Es cierto dice su mente, la loba y la cachorra son mi madre y hermana… ¿Cómo no lo he recordado antes?)Ya encontrándose al lado de ambos tropieza con un cable, haciendo que la pantalla pierda brillo y tiemble momentáneamente. Le piden que se vaya y les deje trabajar con la promesa de que más tarde los tres jugarán juntos, se despide de ellos dejando el encargo pedido, medicinas que tiene en una caja y que coloca en el espacio libre de la mesa. 

Por segunda vez la mujer a la que no reconoce ni logra ubicar se acerca, el padre toma una medicina de la caja, una jeringa con líquido dentro, pero no dice que sea en la parte exterior, está sellada, se retira y los ojos del padre vuelven a la pantalla, quedando en silencio; el lobo comienza a inquietarse, su instinto le dicta correr, más su cuerpo no se mueve, fijo a la silla como fantasma sin que su presencia sea notada, la desconocida vuelve molesta y pedir otra medicina. –“le han cambiado el tratamiento, debo conseguir esta otra cueste lo que cueste”- el padre niega con la cabeza –“no puedo darle esa medicina, sabe que está prohibido sin las recetas adecuadas, retírese por favor y vuelva cuando las tenga”-

La mujer enojada y fuera de si por no obtener lo que desea esperando que su status sea de influencia amenaza con denunciarlo por mentiroso y crear mentiras para difamarlo. Rojo, todo se va volviendo rojo ante los ojos del lobo, petrificado en la silla habla pero no sale sonido alguno de sus labios… su padre tiene un brillo extraño en su mirada, es malévolo, por dentro tiembla de miedo, uno tan atroz que lo ahoga. (Basta… ¡basta! Detente padre no lo hagas…) en cámara lenta transcurre todo, el padre corre y alcanza a la mujer, con la medicina que le había dado en la mano, la toma por el cabello gritando -“aquí está tu medicina deseada”- y entierra la jeringa en su cuello dejando el líquido fluir; ya vacía la retira y lanza en un contenedor. –Recoge todo iré a jugar con tu hermana- el brillo de maldad sigue ahí, manteniendo alerta al lobo.
Sentada en el suelo la mujer murmura cosas sin sentido, ríe, ha perdido la razón, ni siquiera cuando se le acerca lo ha reconocido. Por dentro lo lamenta, no pudo salvarla ni hacer algo por detener a su padre.

La habitación gira y cambia por segunda vez; ahora son la cocina y sala de la casa, desconcertado vuelve a cuestionarse el porqué de saber todo acerca de casas humanas. Ve un ratón corriendo y lo persigue, debe sacarlo de casa para que no lo maten, en la sala se escucha el televisor, algún programa de concursos o chistes corre, las risas de su hermana y padre se mezclan con otra de hombre no reconocido, un segundo extraño así como la primera mujer del sueño. El instinto además de alerta dicta cuidado con sus movimientos: ha cazado al ratón y lo sostiene entre ambas manos, dirigiéndose a la salida de la cocina con dirección a la entrada principal. Su hermana le bloquea la salida mientras llora con dolor,  -“me pego en mi ojo hermano, me duele mucho y no puedo ver bien”- sabe que sus ojos son frágiles y padece problemas de vista, su furia lo invade más allá de su control y se desata…Rojo, todo se va volviendo rojo, color carmesí sin brillo, ¿Es por la furia o el miedo que siente por su hermana lastimada bajo su cuidado? ¿Quién ha sido el culpable? (teme que sea su padre, pero de ser necesario lo confrontara) -“Fue el sujeto raro de la sala, me lanzo algo diciendo que me callara porque mi risa le molestaba, yo me reía del programa gracioso, y no me dijo que le molestaba, solo lo hizo después de pegarme”- -“cuida del ratón y no lo dejes ir, tampoco toques tus ojos con las manos sucias ni coloques nada en ellos, espera en la sala quietecita”- Limpia una gota de sangre que escurre de su ojo con la camisa que porta. Nadie, puede tocar a su familia ni herirla. En la sala ubica al sujeto, tomándolo por la camisa, lo mira con frialdad que pareciera congelar el lugar. –“¿Cómo te has atrevido a tocarla?”-  él sonríe burlón y dice como cualquier cosa –“su risa era molesta y solo la calle un poco”- liberándose del agarre corre, el lobo lo persigue hasta regresar al comedor –“aléjate o clavare esta jeringa sobre ti y quedaras como la mujer loca… (Ha tomada una del estante que es de algún medicamento pero a ver, lee los títulos y localiza la faltante, es vitamina así que no me dañaría, puedo con eso ahora. Lo ataca y la jeringa desaparece, lo muerde y golpea. Rojo, solo el rojo de la furia… lo arrastra hasta la sala, discúlpate ahora mismo o terminas bajo tierra. Sus lloriqueos me estaban molestando, cobarde…primero burlón y desafiante y con unos simples golpes pide por su vida, hasta miedo tiene pero hiere a los demás, lo lanza fuera de la casa como si fuera basura, regresa o has algo y te matare cruelmente.

Lo ve correr sin mirar atrás hasta perderse de vista; en el sillón su padre ha visto todo sin moverse o pestañear, su brillo nunca se apagó, dirigiéndose a su hermana le dijo –“cuida bien al ratón y entrénalo”- -“siempre supe que serías un asesino hijo, mataste a una persona con tus manos”- señala un bulto a su lado, es el cuerpo del sujeto de antes. La risa de su padre hiela su sangre mirando sus manos ve  Rojo, todo  rojo, color carmesí sin brillo, el color de la sangre de un ser vivo; rodea todo y lo absorbe sin ver un fondo hasta que todo desaparece, incluso él.

Sobresaltado el lobo despierta, y abre los ojos; está en la cueva, su compañero aún duerme mientras que la loba y el cachorro no están, cacería de comida es lo más probable, en unos minutos más saldrá a buscarlos. Tiembla tanto que no se puede levantar, su pelaje se llena de diamantes; aúlla al sol para pedirle que entregue un mensaje a la luna, esperando ser rodeado por sus rayos plateados, en el resto del mundo la vida sigue…