La felicidad de un ángel

El ángel había decidido renunciar a todo
incluso había pensado en dejarlos atrás
había estado sufriendo en silencio
sentía que caía del cielo al infierno
sus blancas alas se iban volviendo negras
a mitad del camino unas manos lo detuvieron
abrió sus ojos y se vio rodeado de varias personas
todas ellas parecían una sola voz que decía:
no dejaremos que un ángel como tu caiga al infierno
sabemos que siempre has cuidado de nosotros
cuando nosotros lloramos tu lloras,
si sonreímos tu sonríes
a pesar de que no somos mucho de ti
desde lejos nos cuidas y nos proteges
nos escuchas todo el tiempo
no importa si es lo más aburrido del mundo
tu has estado ahí con nosotros
a pesar de que tus alas ahora sean grises
siguen siendo las más hermosas
uno a uno lo fueron abrazando al delicado ángel
quién ahora lloraba de felicidad
pensaba que había perdido todo
pero no era así
había encontrado paz y tranquilidad
en otro tiempo y lugar
pocos días después de haberlos acompañado
volvió a su lugar en el cielo
donde continuaba velando por ellos día y noche
cuando la tristeza lo envolvía
recordaba esos abrazos y sonreía nuevamente
todo eso valía más que el oro
era la mitad de su felicidad y la razón de su existencia




(T.S 20-05-11)